Pero no podemos olvidar la atención y el cuidado a uno mismo, que promuevan la salud y la prevención de enfermedades con o sin la ayuda de profesionales.
Además, no podemos olvidar el cuidado de nuestro entorno, como puede ser el medio ambiente. Cualquier organismo obtiene del medioambiente el sustento necesario para garantizar su supervivencia, no solo alimento, sino, también, refugio, aire o energía. Por eso, mantener su equilibrio resulta fundamental para asegurar la vida tal y como se conoce hoy en día. En el caso de los seres humanos, precisamos del consumo de gran cantidad de recursos naturales para comer, vestirnos o, incluso, para fabricar herramientas y otros productos que luego utilizamos en nuestras actividades diarias. Cuidar el ecosistema para hacer sostenible el uso de estos recursos y evitar su desaparición no es, por lo tanto, una filosofía simplemente bondadosa en relación con el planeta en el que vivimos, sino que nos va nuestra propia vida en ello.
Algunos materiales interesantes para analizar esta cuestión acompañados de algunas cuestiones sugerentes añadidas por mí:
LIBROS:
Camps, V. (2021), Tiempo de cuidados. Otra forma de estar en el mundo, Barcelona, Arpa.
La ética del cuidado se ha convertido en un tema central y perentorio a raíz de la pandemia de la covid-19. Un virus nos ha obligado a aceptar limitaciones que nunca hubiéramos imaginado, nos ha hecho un poco menos arrogantes y seguros de nosotros mismos. En el ámbito de la teoría, esta toma de conciencia debería conducir a un cambio de paradigma o de marco mental, capaz de equilibrar razón y sentimiento, en el ejercicio de la tan manoseada «inteligencia emocional», cuyas aportaciones prácticas no siempre son evidentes. Hay que reconocer que existe un derecho a ser cuidado y un deber de cuidar que no admite excepciones, que afecta a todo el mundo y cuya responsabilidad ha de ser asumida individual y colectivamente.
Tiempo de cuidados se propone acallar las voces que aún se resisten a colocar el cuidado en un lugar prominente, contraponiéndolo a la justicia. Ambos son valores complementarios, pues las categorías anejas al cuidado rompen la concepción binaria del género que el feminismo aún no ha conseguido sustituir. Privilegiar categorías masculinas —yo, razón, mente— en detrimento de otras consideradas femeninas —las emociones, el cuerpo, las reciprocidades—, o mantener esa división binaria que distribuye las funciones de cada género, implica mantener el patriarcado y debilitar la democracia. Como dice Carol Gilligan: «En un contexto patriarcal, el cuidado es una ética femenina; en un contexto democrático, el cuidado es una ética humana».
¿Existe o debería existir un derecho a ser cuidado? ¿Hay o debería haber un deber de cuidar? ¿Estos derechos y deberes deben ser asumidos de forma individual y/o colectivamente?
Han, B. C. (2021), La sociedad paliativa, Barcelona, Herder.
En la actualidad vivimos en una sociedad que ha desarrollado una fobia al dolor, en la que ya no hay lugar para el sufrimiento. Este miedo generalizado se refleja tanto en lo personal como lo social, e incluso en la política. El imperativo neoliberal «sé feliz», que esconde una exigencia de rendimiento, intenta evitar cualquier estado doloroso y nos empuja a un estado de anestesia permanente.
Como en La sociedad del cansancio, Byung-Chul Han parte del supuesto de que en Occidente se ha producido un cambio radical de paradigma. Las sociedades premodernas tenían una relación muy íntima con el dolor y la muerte, que enfrentaban con dignidad y resignación. Sin embargo, en la actualidad, la positividad de la felicidad desbanca a la negatividad del dolor, y se extiende al ámbito social. Al expulsar de la vida pública los conflictos y las controversias, que podrían provocar dolorosas confrontaciones, se instaura una posdemocracia, que es en el fondo una democracia paliativa.
¿Por qué se ha desarrollado actualmente un fobia al dolor? ¿Por qué no hay lugar para el sufrimiento? ¿La positividad de la felicidad ha desbancado a la negatividad del dolor?
Boff, L. (2012), El cuidado necesario, Madrid, Trotta.
Contra lo que afirman escépticos y secularistas, la espiritualidad no es monopolio de las religiones. Ser espiritual es despertar a la dimensión más profunda que hay en el ser humano y que le hace sensible a la solidaridad, la justicia y la fraternidad. Este libro enfatiza fuertemente ese momento de espiritualidad, no porque su autor venga originariamente de la teología, sino porque, como ser humano, se da cuenta de la urgencia y la necesidad de cuidar de todas las cosas, de la vida y de la Tierra, pero principalmente de la espiritualidad humana.
Partiendo de la construcción del concepto de cuidado y de la aclaración de sus fundamentos cosmológicos y antropológicos, Leonardo Boff desarrolla el nuevo paradigma del cuidado de sí mismo y de los otros, del cuerpo, de la psique y del espíritu?, tratando en particular del cuidado en campos como la medicina, la enfermería y la educación.
¿Vivimos en una sociedad ecosostenible? ¿Procuramos cuidados al medio ambiente?
Cadahia, L. (2024), República de los cuidados, Barcelona, Herder.
¿Es posible proyectar un nuevo pacto humanista en los términos de una república feminista y plebeya?
Pelluchon, C. (2024), Ética de la consideración, Barcelona, Herder.
Para Corinne Pelluchon, la superación de este desafío pasa por cerrar la brecha entre la teoría y la práctica mediante el desarrollo de una ética de la virtud. En lugar de centrarnos en los principios o consecuencias de nuestras acciones, la autora se interesa por nuestras motivaciones concretas; por las representaciones y afectos que nos empujan a actuar. ¿Qué rasgos morales pueden ayudarnos a disfrutar de hacer el bien, en lugar de estar constantemente divididos entre la felicidad y el deber?
La ética de la consideración bebe de las morales antiguas, pero rechaza su esencialismo y se asienta en la humildad y la vulnerabilidad. La autora define la consideración como transdescendencia: un movimiento de profundización que permite al sujeto experimentar el vínculo que lo une a otros seres vivos y transformar la conciencia de su pertenencia al mundo común en un conocimiento y compromiso vividos.
Pelluchon, lejos de dejar al lector a merced de una nueva ética, describe en este libro las etapas por las que la ética de la consideración puede llegar a convertirse en una actitud global.
Groys, B. (2022), Filosofía del cuidado, Argentina, Caja Negra.
Vivimos en una cultura que tiende a tematizar los cuerpos de deseo y a ignorar los cuerpos del cuidado. Que nos repite que tenemos la responsabilidad de preservar nuestros cuerpos pero que estigmatiza a aquellos que no pueden valerse por sus propios medios. Cuidar de los otros o de uno mismo es considerado un trabajo improductivo y, sin embargo, es el más importante y necesario. Todo lo demás depende de eso: el sistema social, económico y político, que trata a la población como una fuente de energía renovable, necesita de nuestro compromiso con la salud para garantizar su funcionamiento.
Más allá de la fuerza que adquirió esta cuestión en la actualidad, la noción del “cuidado” se nutre de una larga tradición filosófica. Aquí Boris Groys visita algunos de sus más notables episodios tomando a Platón como punto de partida, pasando por los aportes de Hegel, Heidegger, Bataille y Foucault para llegar al ruso Alexander Bogdanov. Las preguntas centrales que lo guían son: ¿quién encarna al sujeto del cuidado? ¿Debemos velar por nosotros mismos o confiar esta tarea a los otros, al sistema médico o a las instituciones estatales? Cada posición teórica nos propone relaciones distintas entre conceptos tales como “dependencia” y “autonomía” o “control” y “libertad”, que ante la crisis del covid-19 adquirieron una centralidad inusitada.
Krznaric, R. (2022), El buen antepasado: Cómo pensar a largo plazo en un mundo cortoplacista, Editorial Capitán Swing.
¿Cómo podemos ser buenos antepasados? Vivimos en la era de la tiranía del ahora, las noticias veinticuatro horas, el último tuit y el botón de «comprar ahora». Con un cortoplacismo tan frenético en la raíz de las crisis contemporáneas —desde las amenazas del cambio climático hasta la falta de planificación para una pandemia mundial—, la llamada al pensamiento a largo plazo crece cada día. Pero ¿ha funcionado alguna vez?, ¿podemos hacerlo? El destacado filósofo Roman Krznaric se adentra en la historia y la mente humana para demostrar que es posible. Desde las pirámides hasta el Servicio Nacional de Salud, la humanidad siempre ha tenido la capacidad innata de planificar para la posteridad y tomar medidas que resonarán durante décadas, siglos e incluso milenios. Si queremos ser buenos antepasados y que nos recuerden bien las generaciones que nos siguen, ahora es el momento de recuperar y enriquecer esta habilidad imaginativa. El buen antepasado revela seis formas en que todos podemos aprender a pensar a largo plazo, explorando talentos exclusivamente humanos como el «pensamiento catedralicio» que amplían nuestros horizontes temporales y agudizan nuestra previsión. Krznaric celebra a los rebeldes del tiempo que están reinventando la democracia, la cultura y la economía para que todos tengamos la oportunidad de convertirnos en buenos antepasados
¿Estamos siendo cuidadosos con las futuras generaciones? ¿Es nuestro deber hacerlo? ¿Qué derechos tienen las personas que aún no han nacido? ¿Estamos procurándoles un mundo igual o mejor que el actual? ¿Seremos para ellos buenos antepasados?
ARTÍCULOS:
- Busquets, M. (2019). DESCUBRIENDO LA IMPORTANCIA ÉTICA DEL CUIDADO. Folia Humanística, (12), 20–39. https://doi.org/10.30860/0053
- Hernández-Montaño Omenat, R. (2023), "Una ética del cuidado de sí, del otro y del mundo. Una propuesta didáctica en la radio para favorecer el pensamiento crítico", en Pensar Juntos, número 7.
- Ramos, S. (2011), "La ética del cuidado: valoración crítica y reformulación", en Revista Laguna, 29; octubre 2011, pp. 109-122; ISSN: 1132-8177.
OBRAS DE ARTE:
Edvard Munch: El grito. Museo Munch (Noruega).
La obra de Munch transmite angustia y agonía, mientras que el mundo que lo rodea se deforma. Partiendo desde el plano individual que representa el dolor de vivir, el autor quiere abarcar a la humanidad entera. La indiferencia de las personas del fondo contrasta con el grito inhumano y todos los sentimientos oscuros que representa la desesperación y el desconcierto.
¿Es normal sentir ansiedad? ¿El miedo es libre? ¿Cómo cuidar a las personas que sienten miedo o ansiedad? ¿Cómo cuidar del mundo que me rodea?
Jacob Jordaens: Know Thyself: Youth between Vice and Vertu. Musée des Beaux-Arts, Rennes.
Jeff Koons: Easyfun-Ethereal. Deutsche Guggenheim, Berlin.
En la serie de imágenes del escultor estadounidense Jeff Koons titulada Easyfun-Ethereal se muestran objetos habituales y conocidos como, por ejemplo, pelucas, granos de maíz, etc., junto a órganos humanos muy reconocibles, que se arremolinan formando un auténtico caos, evidenciando una sensación de exceso, diversión y fantasía a partes iguales. Estas imágenes son una crítica a la cultura del consumo, que es precisamente en lo que se ha convertido nuestra sociedad, que cosifica también a los seres humanos que no son yo, inhabilitando toda posibilidad de comunicación y, por tanto, de cuidado, con aquel que es distinto de uno mismo.
¿Cuidar de los demás es cuidar de uno mismo? ¿Es valioso cuidar de los demás? ¿Cuidar de los demás aporta satisfacción y afecto?
René Magritte: The lovers. Museo de Arte Moderno de Nueva York (Estados Unidos).
En la mitología griega se erige uno de los mitos fundacionales de lo visual, una leyenda que nos muestra a un joven de nombre Narciso, el cual se enamora de su propia imagen reflejada en la superficie de un lago y al acercarse a ella, cae al agua y muere ahogado. Una muerte que se justifica en la propia vanidad del sujeto y que nos dibuja el origen terminológico del concepto narcisismo, una palabra que representa la excesiva complacencia o consideración de las propias facultades; y que, a día de hoy, parece tomar forma en muchos de los rostros de nuestra población.
En la actualidad, la imagen se ha vuelto indiscutiblemente necesaria, nuestra imagen connotativa se ha vuelto un reflejo de nuestra sociedad con vistas al exterior. La carga negativa de lo visual se hace latente en nuestro día a día con la obsesiva necesidad de fotografiar y publicar todo lo que nos ocurre. La imagen se ha vuelto nuestra realidad, pero no cualquier imagen, aquella perfecta, retocada, alienante. Rendimos culto a la imagen y, más concretamente, a la imagen propia a través del selfie. En la actualidad, se habla del uso reiterado del selfie como una manera de hacer visible la vanidad, narcisismo y egocentrismo de la sociedad contemporánea, pero deberíamos pensar si es un síntoma de ello o, simplemente, una actualización de los modos históricos de representar la identidad del sujeto.
Artículo de el.diario.es: https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/lapalmaopina/mito-narciso-selfie_129_9101797.html
¿El excesivo cuidado a uno mismo se ha convertido en una obsesión? ¿El culto al cuerpo es un síntoma de salud o una enfermedad? ¿El Narciso del siglo XXI es un ser enamorado de una belleza real o artificial? ¿Las redes sociales, el culto al like de los selfies, los comentarios elogiosos, etc. producen personas ególatras, que únicamente cuidan de sí mismos? ¿Todo ello incapacita para reconocer al otro, sentir empatía y poder amar a alguien?
Intocable, de Olivier Nakache (2011)
Los principios del cuidado, de Rob Burnett (2016)
Campeones, de Javier Fesser (2018)
La filmografía de Javier Fesser ha ido dando saltos entre la comedia y el drama. Y es a través de la sonrisa, como mejor nos describe el drama de la vida, aportándonos otro punto de vista de las personas con discapacidad intelectual. Porque, ante todo, son personas como cualquier otra que necesitan afecto, cariño y que la sociedad los acepte tal y como son.
Sinopsis: Marco, un entrenador profesional de baloncesto desempleado, debe entrenar a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual por haber conducido ebrio. Lo que comienza como un reto difícil se acabará convirtiendo en una lección de vida.
Loop
Un hipnótico mecanismo de relojería del que no podemos apartar la mirada y que es una inteligente crítica a la alienante sociedad actual en la que cada vez estamos más controlados.
¿Puede el amor ser la única forma de escapar de la rutina?