6.1. Naturaleza, posibilidad, origen y límites del conocimiento humano. El fenómeno de la posverdad.
La epistemología es la rama de la Filosofía que se ocupa de analizar en qué consiste el conocimiento, además de determinar su origen, el método para obtenerlo y el límite de lo que podemos conocer.
El interés por el conocimiento ha sido constante a lo largo de la historia de la Filosofía. Por ejemplo, Aristóteles (s. IV a.C.) señalaba que "todos los hombres desean, por naturaleza, saber", como actividad natural propia del ser humano en su intento por aproximarse a todas las cosas que le son desconocidas.
Saber, creencia y opinión.
En primer lugar, debemos distinguir saber, creencia y opinión. El SABER es objetivo. Se puede justificar mediante razones, es coherente y pretende ser universal, es decir, estar alejado de intereses personales o socio-culturales. Por su parte, la CREENCIA se da cuando alguien está convencido de que lo que piensa es verdad, pero no puede dar una justificación que sea aceptada por todos. Por último, la OPINIÓN siempre es subjetiva. No se puede justificar racionalmente y depende de los gustos, deseos y modos de entender la realidad de los individuos y los grupos sociales.
Posibilidad y límites del conocimiento.
a) Dogmatismo: Postura filosófica que asegura que el ser humano a través de la razón puede conocer la verdad absoluta, siempre y cuando utilice para ello ciertos métodos y un orden preestablecido de investigación. Un representante es el filósofo holandés Spinoza (s. XVII).
d) Subjetivismo y relativismo: Ambos niegan la posibilidad de alcanzar verdades absolutamente válidas, de alcance universal. Para el subjetivismo averiguar si algo es verdadero depende de cada sujeto. Para el relativismo reconocer algo como verdadero o falso depende de cada cultura, época o grupo social, niega que existan verdades universales y absolutas. Un representante es el sofista griego Protágoras (s. V a. C.)
e) Perspectivismo: Doctrina filosófica que sostiene que toda percepción tiene lugar desde una perspectiva particular. Esto significa que hay muchos esquemas conceptuales, o perspectivas, posibles que determinan cualquier juicio de verdad posible, lo que implica que no hay forma de ver el mundo que pueda ser considerada definitivamente "verdadera". La suma de todas las perspectivas sería la verdad absoluta. Un representante es el filósofo español José Ortega y Gasset (siglos XIX y XX).
📌 Actividad 1 de repaso:
El saber científico.
Como ya se ha señalado en temas previos, la ciencia se diferencia de otros saberes por su pretensión de ser un saber sistemático, crítico e intersubjetivo. Dichas características no las ha tenido la ciencia desde siempre, sino que posee un origen concreto, que vamos a analizar a continuación.
Características del saber científico.
Galileo (astrónomo, físico, matemático y filósofo italiano de los siglos XVI y XVII) es considerado el primer científico moderno ya que inaugura una nueva manera de hacer y entender la ciencia. Entre sus logros debemos destacar la mejora del telescopio. Sus observaciones de la Luna le llevaron a afirmar que este astro no era una esfera traslúcida y perfecta como afirmaba Aristóteles; sino que presentaba terreno montañoso que, por consiguiente, invalidaba la teoría aristotélica.
Como vemos, Galileo se interesó por los mismos problemas que los pensadores precedentes (por ejemplo, la investigación del universo), pero lo hizo de una manera radicalmente diferente y revolucionaria. Esta forma de proceder, diferente a otros saberes como la filosofía, puede resumirse en dos características:
a) Experimentación:
Debido a la dificultad para contrastar una hipótesis (suposición hecha a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una investigación) en la vida cotidiana (por ejemplo, observar la caída de los graves) es necesario crear una situación ideal (experimento) sin elementos perturbadores (por ejemplo, el rozamiento con el aire) y que permita estudiar el fenómeno y analizar únicamente las variables decisivas.
Del mismo modo, Galileo fue el primero en introducir instrumentos para realizar sus estudios, como por ejemplo, el telescopio o el termómetro.
b) Matematización:
La naturaleza, según Galileo, atiende a regularidades expresables mediante funciones matemáticas. En efecto, la matematización será una pieza principal de la nueva ciencia. La cuantificación y una mayor precisión a la hora de llevar a cabo observaciones, permitió liberarse de la subjetividad y la ambigüedad propias del lenguaje cotidiano.
6.2.4. Clasificación de las ciencias.
- Ciencias formales: No se ocupan de los hechos y acontecimientos que ocurren en el mundo, sino de relaciones entre símbolos. No tienen contenido empírico (a partir de un conocimiento basado en los sentidos) ni se basan en la observación, sino en la coherencia interna del sistema. Aquí encontraríamos a las Matemáticas y la Lógica (ejemplo: La raíz cuadrada de 16 es 4).
- Ciencias empíricas: Se ocupan de la realidad, de los hechos que ocurren en el mundo y de sus relaciones. Tienen contenido empírico (a partir de un conocimiento basado en los sentidos) que surge de la observación y la experiencia. Además, sus afirmaciones han de ser comprobadas por la experiencia. Dentro de ellas se encuentran: a) las Ciencias naturales que se ocupan de la realidad natural (Física, Química, Biología…) y b) las Ciencias Sociales o humanas que se ocupan de la realidad social y humana (Sociología, Historia, Psicología…). 👉La Psicología puede incluirse también en las ciencias naturales, ya que comparten su objetividad, la precisión y el método que las caracteriza.
📌Actividad 5: Toma dos cartas del juego Timeline e indica en qué ciencia clasificarías cada uno de los inventos científicos.
El lenguaje científico.
La ciencia busca producir un conocimiento seguro y fiable sobre la realidad; pero, ¿qué garantiza su fiabilidad? ¿Es realmente tan fiable como creemos? Para garantizar dicha fiabilidad la actividad científica crea un lenguaje artificial para garantizar la objetividad y precisión de sus conceptos, leyes y teorías:
a) Conceptos: Son términos específicos de cada ciencia. Por ejemplo, ser humano, metro, segundo, etc.
b) Leyes: Son enunciados del conocimiento científico que se caracterizan por usar conceptos definidos previamente de forma precisa y explicar de forma universal una regularidad de la naturaleza. Por ejemplo, la ley de cerebración creciente.
c) Teorías: Son sistemas compactos, coherentes y sistemático de leyes científicos que se dan interconectadas. Por ejemplo, la Teoría de la evolución.
El método científico.
"Método" significa etimológicamente "camino". Un método es un procedimiento estable compuesto de varios pasos o reglas que permiten alcanzar un fin. A lo largo de la historia de la ciencia encontramos varias concepciones acerca del método usado por los científicos:
a) Método deductivo.
Modo de proceder: A partir de datos generales se extrae una conclusión particular o concreta.
Validez incuestionable: La conclusión es cierta, si los datos de partida lo son.
Problema: Son propias exclusivamente en las ciencias formales (la lógica y la matemática).
b) Método inductivo.
Modo de proceder: A partir de datos concretos o particulares se extrae una conclusión general.
Ventaja: Proporciona leyes o principios a todos los acontecimientos del mismo tipo.
Problema: La validez o fiabilidad de los principios alcanzados es cuestionable, ya que por muchos casos que se hayan comprobado, nada asegura que todos los casos sigan la misma pauta. Por tanto, este método no proporciona seguridad, sino probabilidad.
Observa esta curiosa historia del pavo inductivista del filósofo Bertrand Russell:
c) Método hipotético-deductivo.
Los pasos en los que consta este método son los siguientes:
a) Observación de algún hecho o fenómeno cuya explicación desconocemos.
b) Formulación de la hipótesis. Se propone una explicación posible, que debe ser coherente y conforme con la actitud científica.
c) Deducción de consecuencias a partir de la hipótesis.
d) Comprobación de las consecuencias mediante experimentos o contrastación. Se comprueba si se cumplen o no las consecuencias previstas mediante la observación y la experimentación.
e) Refutación de la hipótesis. Cuando no se cumplen las consecuencias previstas, se rechaza la hipótesis y se formula una nueva.
f) Confirmación de la hipótesis. Cuando se cumplen las consecuencias previstas y la hipótesis queda confirmada.
g) Obtención de resultados: Se formula una nueva ley, si es ampliamente reconocida por la comunidad científica.
Se trata de ciencias aplicadas que involucran directamente a otras especialidades en sus aplicaciones concretas. Por ejemplo, en la medicina actual intervienen tecnociencias biológicas y, además, químicas (como los medicamentos), informáticas (análisis de datos), ingeniería (prótesis), etc.
Encontramos dos actitudes ambivalentes ante la técnica. Por un lado, la tecnofilia, que defiende que la tecnología es un bien que hay que perseguir, que mejora nuestra vida y nos conducirá a un futuro más próspero. Muchos filósofos han mantenido esta postura, por ejemplo, desde Aristóteles, la mayoría de filósofos ilustrados, positivistas como Auguste Comte (filósofo francés del siglo XIX), entre otros.
Por otro lado, la tecnofobia es la actitud de desconfianza y rechazo de la tecnología al considerar, en su origen, que el mundo debe ser lo más natural posible y alejarse de la transformación que produce la tecnociencia. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han (siglo XX y XXI) reclama un existencia más auténtica frente a la tecnología. La tecnología crea redes sociales con sujetos despersonalizados. Además, la gran cantidad de información de cada uno de los individuos permite que se generen algoritmos que condicionan al individuo en su toma de decisiones.
Así lo señala Han en su libro No-cosas: "Plataformas como Facebook o Google son los nuevos señores feudales. Incansables, labramos sus tierras y producimos datos valiosos, de los que ellos luego sacan provecho. (...) Nadie escucha. Cada individuo se produce a sí mismo. El silencio no
produce nada. Por eso, el capitalismo no ama el silencio. El capitalismo
de la información produce la compulsión de la comunicación. (...) Como cazadores de información, nos volvemos ciegos ante las cosas silenciosas y discretas".
Críticas contemporáneas a la tecnificación.
a) Para José Ortega y Gasset (filósofo español de los siglos XIX y XX), el ser humano no se adapta a la naturaleza, sino que adapta la naturaleza a sus necesidades y a su proyecto de vida mediante la técnica. Mientras que los demás animales se reducen a sus necesidades biológicas, la técnica forma parte de lo humano y lo constituye como tal. El ser humano permanece en un perpetuo movimiento entre lo dado y lo posible. Lo posible viene dado por la técnica, la cual permite modificar la naturaleza.
José Ortega y Gassetb) Jürgen Habermas (filósofo alemán del s. XX y XXI) considera que la ciencia nació para dar respuesta al porqué de las cosas y un buen instrumento para solucionar los problemas de nuestras sociedades (combatir el cambio climático, mejoras en la salud, erradicar el hambre, etc.). Por tanto, la ciencia debe aportar a la ciudadanía información y herramientas que le permitan tomar decisiones necesarias y en las direcciones que la sociedad considere. El problema es que el control de la ciencia y la técnica caiga en manos de una oligarquía tecnocrática que gobierne para asegurar cada vez más su poder. Para evitar este problema, Habermas considera que la investigación científica debe ser objeto de debate en las instituciones parlamentarias, especialmente las de carácter internacional.
c) Hans Jonas (filósofo alemán del siglo XX) propone que la ética debe controlar a la ciencia, ya que la ciencia por sí misma no posee criterios éticos. En efecto, los progresos técnicos no solo contribuyen a mejorar las condiciones de la vida humana, sino que también pueden provocar un deterioro irreversible y la destrucción del medio natural, como por ejemplo evidenciaron las bombas atómicas, que suponen un peligro para el propio ser humano. El principio ético que propuso Jonas es: "Actúa de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica", o expresándolo de modo negativo: "No pongas en peligro la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra" (El principio de responsabilidad, pág. 40).
Para Jonas, somos responsables de las consecuencias de nuestro desarrollo tecnocientífico. Por ello se debe hacer un uso racional de las mismas valorando el impacto que supone en las personas, en los animales y en el medioambiente. No se trata de ir contra el progreso científico-técnico, pero sí es necesario encontrar un ética que regule las actividades humanas de uso de los medios técnicos para evitar efectos perjudiciales para la vida.
📌 Actividad 7: Visualiza el siguiente documental titulado Los límites de nuestro planeta: Una mirada científica y responde, de manera reflexiva y argumentada, a la siguiente cuestión: ¿Pueden la ciencia y la tecnología continuar su avance sin destruir nuestro planeta?
6.3. Otras formas de saber: el saber cotidiano, la expresión artística, las creencias religiosas.
Existen otras formas de saber como:
- Saber cotidiano: Saber que adquirimos a lo largo de nuestra vida sin seguir un método, a veces sin reflexionar sobre ello, que se confunde con creencias, prejuicios y miedos.
- Arte: Conocimiento que se basa en el sentido estético como expresión creativa de las experiencias vitales.
- Religión: Conocimiento basado en la fe y en verdades reveladas que se deben interpretar.
FUENTES:
AA.VV: Filosofía y ciudadanía. Barcelona: Editorial Edebé, 2008.García Moriyón, F., Miranda, T., Sainz, L. : Revuela. Filosofía. Editorial SM.
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