Un día seis sabios
quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron
hacerlo mediante el tacto.
El primero en llegar
junto al elefante chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: “No
cabe duda, el elefante es como una pared”.
El segundo, palpando
el colmillo, gritó: “Esto es tan agudo, redondo y liso que el
elefante es como una lanza”.
El tercero tocó la
trompa retorcida y gritó: “¡Dios me libre! El elefante es como
una serpiente”. El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó
el torno y dijo: “Está claro, el elefante, es como una columna”.
El quinto, que
casualmente tocó una oreja, exclamó: “Aun el más ciego de los
hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico”.
El sexto, quien tocó
la oscilante cola apuntó: “El elefante es muy parecido a una
soga”.
Y así, los sabios
discutieron largo y tendido, cada uno excesivamente terco en su
propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, todos estaban
equivocados.
Reflexiona sobre las siguientes cuestiones y justifica, de forma argumentada, tu respuesta:
1. Si tenemos la capacidad de conocer todo, ¿qué podemos exactamente conocer con certeza?
2. Si no podemos conocerlo todo, ¿debemos entonces dudar de todo? ¿No hay ningún conocimiento seguro?
3. Un filósofo inglés, Francis Bacon, señaló que "el
saber implica tener más poder". ¿Podrías explicar este enunciado? ¿Estás de acuerdo con él?
4. Hoy en día tenemos a nuestro alcance la posibilidad de acceder a mucha información, ¿eso implica que somos más inteligentes?
5. Actualmente las Inteligencias Artificiales se están desarrollando hasta tal punto que pueden ser muy útiles en determinados sectores, por ejemplo por la gran cantidad de datos que pueden manejar. ¿Crees que la IA superará a la inteligencia humana y, por tanto, sustituirá en determinados puestos a las personas?