A raíz de un texto de El descubrimiento de Harry de Matthew Lipman
(Capítulo VI), nos hemos preguntado hoy en clase de Filosofía de 4º de ESO la
siguiente pregunta: ¿Qué es la mente? Es un concepto difícil de entender;
incluso podemos decir que, hoy en día, su funcionamiento es una incógnita
para la ciencia.
Las preguntas que han surgido a raíz de la lectura de dicho texto son las siguientes:
1. ¿Cómo sabes que tienes mente?; 2. ¿La mente está relacionada con la cultura?; 3. ¿Los pensamientos que tenemos en la mente no son más que las huellas que dejan las cosas en nuestra memoria?; 4. ¿Está relacionado el cerebro con la mente?; 5. ¿Existe realmente la mente?; 6. ¿Por qué no podrían ser nuestros pensamientos algo “eléctrico” del cerebro? ; 7. ¿La mente es algo psicológico o algo que siempre lleva uno consigo?; 8. ¿Es la mente un lenguaje? 9. Si puedas intercambiarte el cerebro con alguien, ¿lo harías? ¿Con quién lo harías? 10. Si encontraras un interruptor en tu cabeza, ¿lo accionarías?; 11. ¿Los robots tienen mente?
Podemos definir la mente como el conjunto de capacidades cognitivas que es responsable del entendimiento, la creación de pensamientos, la creatividad, el aprendizaje, la memoria, la conciencia, la imaginación, entre otras.
La mente funciona procesando la información recibida por el individuo. La mente va construyendo sus estructuras mentales a lo largo de un proceso paulatino a lo largo de su vida. Factores ambientales, genéticos y nutricionales juegan un papel esencial en el desarrollo biológico del cerebro y su capacidad de procesar la información.
¿Son lo mismo el cerebro y la mente? Para la filósofa canadiense Patricia Churchland, profesora de la Universidad de San Diego (California), "la mente es producto del cerebro". Por tanto, no son lo mismo el cerebro y la mente, pero su relación es muy íntima. Según Churchland, la actividad mental envuelve numerosos procesos de un nivel inferior, como por ejemplo, la vista. Así, cuando miramos a alguien, no vemos unos ojos, una nariz, una boca y finalizamos señalando que se trata de una cara; sino que, se trata de un proceso no consciente cuyo resultado es lo que advierte la conciencia. Ahora bien, la pregunta que se nos plantea es: ¿cómo podemos determinar que los procesos mentales son el resultado de múltiples transformaciones inconscientes? Ésta es una cuestión que aún hoy plantea serias dudas a los científicos.
Os animo a leer el siguiente interesantísimo artículo que fue publicado en el periódico El País, a partir de los estudios de los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman, que se titula La mente nos engaña (y no nos damos cuenta)
¿Estáis de acuerdo con el artículo? ¿Qué podemos hacer para que no nos engañe? ¿Y tú que piensas?
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