jueves, 18 de febrero de 2021

2º de Bachillerato: TEMA 8: Las teorías contractualistas sobre el origen del Estado

1. El contrato social. 
 
Frente a las teorías, por ejemplo, anarquistas, que consideran que el Estado es innecesario e indeseable; la mayor parte de los pensadores consideran que el Estado es imprescindible en base a dos razones:

a) El Estado limita y controla los brotes de violencia, esto es, aporta una estabilidad social.

b) Además, promueve el bien común. Por ejemplo, lleva a cabo obras públicas, la defensa común, protección del medio ambiente, sanidad, educación, etc.

Algunas de las teorías que defienden la necesidad del Estado se conocer como teorías contractualistas. El contractualismo es un movimiento filosófico de finales del siglo XVII y XVIII, generado en Inglaterra primero y Francia después, que propone regímenes políticos basados en la igualdad natural de los seres humanos, la ausencia de privilegios, la libre distribución de la riqueza (en base a méritos individuales) y la adscripción del poder político al pueblo, el cual lo ejerce a través de sus representantes y en vistas al bien común.

Los representantes más destacados y sus obras son:

Thomas Hobbes: Filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna. Su obra más famosa es Leviatán (1651), donde sentó las bases de las teorías contractualistas.

John Locke: Filósofo y médico inglés. Considerado uno de los primeros pensadores del empirismo inglés y "padre del Liberalismo clásico". Su gran tratado contractualista se titula  Dos tratados sobre el gobierno civil (1690)

Jean-Jacques Rousseau: Filósofo suizo. Crítico con los pensamientos de Hobbes y Locke, ya que
los sistemas políticos basados en la interdependencia económica y el interés propio conducen a la desigualdad, el egoísmo y, en última instancia, a la sociedad burguesa. Su gran tratado contractualista es El contrato social (1762).

 
Todas estas teorías presentan puntos en común:

1) Parten de un hipotético “estado de la naturaleza” (sin leyes ni política).

  1. El Bosco, El jardín de las delicias.
     
2) Concepción del ser humano como un ser “imperfecto” (necesita de los demás, egoísta, etc.) que se ve obligado a crear un Estado político.

3) La soberanía reside en todos y cada uno de los individuos por igual (soberanía popular) y, por delegación suya (tras deliberación racional y mediante pacto) en un Estado o gobierno representativo.
  1. Congreso de los Diputados.
     
    4) Autonomía racional del ser humano: Capacidad del ser humano de gobernarse a sí mismo y descubrir las normas y valores universales que deben guiar la vida y regular la convivencia.



2. El problema político de Hobbes. 

Thomas Hobbes en su obra Leviatán (1651) explica su teoría política, cuyo punto de partida de su teoría es la afirmación de que todos los hombres son iguales entre sí, física y espiritualmente, y por eso aspiran todos por igual a la satisfacción de sus necesidades, surgiendo en consecuencia una desesperada lucha, "la guerra de todos contra todos", con especial importancia en la anticipación, esto es, dominar por fuerza o por astucia a tantos hombres como pueda. Se trata de una situación de caos absoluto: si no hay poder común, no hay ley; y, por tanto, no hay injusticia.


"La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales..., que todos pueden pretender los mismos beneficios para sí... De esta igualdad de capacidades surge la igualdad en la esperanza de alcanzar nuestros fines; si dos hombres desean una cosa que no pueden gozar ambos, devienen enemigos, y en su camino hacia su fin (que es principalmente su propia conservación, y a veces sólo su delectación) se esfuerzan mutuamente en destruirse o subyugarse... No hay para el hombre más forma razonable de guardarse de esta inseguridad mutua que la anticipación, y esto es, dominar por fuerza o astucia a tantos hombres como pueda... Es por ello manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al respeto, están en aquella condición que se llama guerra, una guerra como de todo hombre contra todo hombre.

Hobbes: Leviatán.

 
 
"De esta guerra de todo hombre contra todo hombre, es también consecuencia que nada puede ser injusto. Las nociones de bien y mal, justicia e injusticia, no tienen allí lugar. Donde no hay poder común, no hay ley. Donde no hay ley, no hay injusticia. La fuerza y el fraude son en la guerra las dos virtudes cardinales".
 Hobbes: Leviatán.
 
 
"Es consecuente también con la misma condición que no haya propiedad, ni dominio, ni distinción entre mío y tuyo; sino sólo aquello que todo hombre pueda tomar; y por tanto tiempo como pueda conservarlo. Y hasta aquí lo que se refiere a la penosa condición en la que el hombre se encuentra de hecho por pura naturaleza; aunque con una posibilidad de salir de ella."

 Hobbes: Leviatán.
 
 
"En tal condición no hay lugar para la industria; porque el fruto de la misma es inseguro. Y, por consiguiente, tampoco cultivo de la tierra; ni navegación, ni uso de los bienes que pueden ser importados por mar, ni construcción confortable; ni instrumentos para mover y remover los objetos que necesitan mucha fuerza; ni conocimiento de la faz de la tierra; ni cómputo del tiempo; ni artes; ni letras; ni sociedad; sino, lo que es peor que todo, miedo continuo, y peligro de muerte violenta; y para el hombre una vida solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta". 
Hobbes: Leviatán
 

Desarrollando la teoría del contrato social, Hobbes afirma que los hombres crean el Estado a fin de conservar la paz en la sociedad. Hobbes consideraba la monarquía como la mejor forma de Estado, cuya principal función es preservar la seguridad y ejercer de modo efectivo la autoridad. Según Hobbes, para evitar el retorno al estado natural en el que el hombre es un lobo para el hombre (Homo homini lupus de Plauto), los súbditos deben someterse incondicionalmente e irrevocablemente al monarca (o el Estado) que, como el monstruo bíblico Leviatán, tiene un inmenso poder que infunde miedo y no tiene piedad.

                                             Leviatán, monstruo bíblico de poder descomunal.


Actividad 1: Visualiza el siguiente documental sobre Hobbes de This is philosophy: https://www.rtve.es/play/videos/this-is-philosophy/hobbes/6775940/


 

 

3. El problema político de Locke.

Tiene una visión optimista del ser humano. En el estado de naturaleza, el ser humano es racional, sociable y cooperativo. La razón muestra que todos son iguales en derechos naturales (derecho a la vida, la libertad y a la propiedad) y deben salvaguardarse.


El ser humano considera que sus derechos estarían aún más protegidos en un Estado político regido por leyes y con la autoridad de los gobernantes. Con ello se consiguen normas y procesos jurídicos más objetivos.
 
Lo racional es ceder (mediante pacto o contrato) parte de sus derechos (sobre todo, el de defenderse por uno mismo) a un Estado que represente a todos y cuyo fin sea preservar los derechos de todos.

Las condiciones de este pacto son: a) Cada individuo renuncia a defender sus derechos y otorga confianza y poder a los gobernantes para que aseguren los derechos de todos; b) este pacto no es definitivo ni irrevocable. El poder reside permanentemente en el pueblo, quien posee el derecho a deponer al gobierno si este no respeta o garantiza los derechos naturales.
 
Locke no defiende un Estado absolutista (que concentre unitariamente todos los poderes); sino que afirma la existencia de derechos individuales anteriores al Estado. Así pues, Locke defiende un liberalismo político, cuyo gobierno se decide mediante una asamblea que constituye el pueblo, en el que no todos tienen derecho a elegir a aquellos que han de ejercer el poder político o a ser elegidos para ejercerlo. Los carentes de hacienda y propiedad (mendigos, sirvientes, desempleados, trabajadores) no parecen ser considerados por Locke como ciudadanos o miembros de pleno de derecho de la sociedad política ya constituida. Y habría que añadirle la exclusión de las mujeres, esclavos e indígenas.
  
Divide el Estado en: poder legislativo, que reside en el pueblo que, directamente o por delegación, establece leyes; poder ejecutivo (y dentro del mismo, el poder judicial), que pone en práctica las leyes y vigila su cumplimento; y, finalmente, poder federativo, que realiza acuerdos internacionales.
 
Este triple poder asegura que en el Estado una parte (la de los representantes del pueblo) controle a la otra (el gobierno), evitando los abusos de poder.

El Estado se mantiene neutro frente a otros poderes (como la Iglesia), siempre que no amenacen la seguridad y la paz.
 
El Estado no debe controlar las instituciones religiosas, ni crear una religión civil. Debe haber un Estado laico (con tolerancia religiosa): cada uno pueda practicar libremente la religión que quiera, siempre que no genere discordia ni intolerancia hacia otras creencias.
 
 
4. El problema político de Rousseau.

En el estado natural (Rousseau presenta la hipótesis del BUEN SALVAJE) los hombres son: iguales, autosuficientes, buenos y compasivos con los demás. Por tanto, no necesitan leyes ni política.

                                                            Paul Gaugin, Cerca del mar.

  

El mal uso de la libertad, guiado por la ambición, la propiedad y la posesión de conocimientos, dará lugar a la violencia.
 
Necesidad de leyes y Estados para defender los derechos del ser humano a la igualdad y a la libertad.
 
No se incluye el derecho a la propiedad, origen de todos los males.


Lo razonable es ceder voluntariamente parte de su libertad a favor del Estado, que sea el Estado la expresión de la voluntad general de todos y que imponga leyes para que haga efectivos los derechos.
 
Mediante el contrato social, los seres humanos se asocian y aprueban una ley a la que se someten voluntariamente.
 
El individuo cede parte de su derecho a la libertad y a la igualdad a favor del Estado mediante democracia directa. El ser humano no pierde sus derechos, pues se subordina a las leyes que él mismo ha contribuido a instaurar. 
 
El acuerdo de todas las voluntades genera una voluntad general que tiene derecho a imponer el cumplimiento de las leyes al individuo que no las cumple. La voluntad general es lo que todo el mundo debería querer, lo que sería bueno para la comunidad; y no el bien particular y egoísta.
 
Rousseau propone un Estado más poderoso e intervencionista que el de Locke, sobre todo en el tema de la propiedad.
 
El poder legislativo reside en el pueblo de forma indivisible y que el verdadero y único poder.
 
Es útil contar con una religión civil que indique a los ciudadanos las normas sociales que está obligado a cumplir.

 

Actividad 2: Revisa la siguiente portada del periódico, ¿qué opinión te merece? ¿El ser humano es un ser social? ¿Qué intereses crees que tuvieron los terroristas al realizar esta acción? ¿Conoces el movimiento solidario que se inició poco después de este atentado?

 

Actividad 3:  Visualiza el siguiente documental sobre Rousseau: https://_www.rtve.es/play/videos/this-is-philosophy/rousseau/6348598/

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