1. ¿Qué es una cosmovisión?
En este tema nos vamos a ocupar de las diferentes cosmovisiones más destacadas en cada uno de los periodos de la historia de la ciencia: El cosmos de Aristóteles en el periodo antiguo, el modelo mecanicista de Newton en el época moderna y, finalmente, la Teoría de la relatividad de Einstein y la física cuántica en la época actual. Por cosmovisión entendemos una interpretación de la realidad que constituye una forma coherente y sistemática de ver el mundo y de comprenderlo. Para ello, se tiene como presupuesto todos los conocimientos que aportan las distintas ciencias (astronomía, cosmología, física...). Y la finalidad de toda cosmovisión es dar un visión completa del universo.
2. El cosmos aristotélico.
La cosmología de Aristóteles (siglo IV a.C.) es un modelo cosmológico paradigmático desde la Antigüedad hasta el Renacimiento. La gran aportación aristotélica radica en que fue el primer gran modelo científico de la humanidad. Fue, incluso, aceptado por la Iglesia católica en el siglo XII. Debido a la enorme importancia que tuvo durante muchos siglos el paradigma aristotélico, el cambio a un nuevo paradigma (el modelo de la mecánica clásica de Galileo y Newton), que se efectuará en los siglos XVI y XVII, será bastante complejo.
En su tratado titulado Acerca del cielo, Aristóteles muestra las claves de su modelo cosmológico:
El universo es eterno (en un sentido temporal: existe desde siempre), finito (tiene un límite: la esfera de las estrellas fijas), único, geocéntrico (el centro del universo coincide con el centro de la tierra), esférico, no existe el vacío, teleológicamente ordenado (todo tiene una finalidad, un para qué - de ahí la concepción de organicismo-), basado en el principio de que todo lo que se mueve es movido por otra cosa y, finalmente, dividido en dos partes distintas separadas por la esfera de la Luna.
Analicemos cada una de esas dos partes:
1) El mundo sublunar: Ocupa desde el centro del universo, que coincide con el centro de la Tierra, hasta la esfera de la Luna (sin incluirla). Está formada por los cuatro elementos de Empédocles (tierra, agua, aire y fuego), que están sometidos a la generación y corrupción, es decir, al cambio y al movimiento. En este mundo, cada elemento tiene un "lugar natural", donde le corresponde estar. Así, por ejemplo, al elemento tierra le corresponde estar en el centro del universo y, por encima de él, el agua. Así también, las burbujas que se puedan formar en el fondo de un estanque intenten atravesar la esfera del agua y se dirijan hacia su lugar natural, el aire. Del mismo modo, una piedra arrojada en un estanque, atravesará las esferas del aire y del agua para llegar a su lugar natural, la esfera de la tierra. El movimiento característico de este mundo es el movimiento rectilíneo y la velocidad con que los cuerpos van a su esfera es proporcional a la diferencia entre el número de átomos que poseen de las esferas que se encuentran por debajo de ellos y el número de átomos que poseen de las esferas que se encuentran por encima de ellos.
2) El mundo supralunar: Ocupa desde la esfera de la Luna (incluida) hasta el límite del universo, esto es, la esfera de las estrellas fijas. Todos los cuerpos de esta esfera celestes están compuestos de éter. Este quinto elemento es inmutable y está compuesto por átomos que se desplazan de forma circular. Así, por tanto, todos los cuerpos (planetas y estrellas) de esta esfera poseen un movimiento circular, eterno y regular, esto es, el movimiento perfecto, que no tiene principio ni fin. Los planetas se encuentran alojados en esferas cristalinas que los arrastran de forma circular, eterna y regular. En el límite del universo, como "telón de fondo", encontramos la esfera de las estrellas fijas. Es, evidentemente, una esfera transparente, en la que se encuentran incrustadas las estrellas. Tiene, como todos los planetas, un movimiento circular, eterno y regular, cuyo centro de la circunferencia coincide con el centro del universo, que es la Tierra.
El origen del movimiento en el cosmos viene dado por el denominado Primer motor inmóvil, que trasmite dicho movimiento en cadena a las esferas y al mundo sublunar. Por tanto, es causa del movimiento eterno del cosmos. Dicho Primer motor inmóvil es inmaterial y acto puro, mueve el mundo hacia su perfección; pero no es un Dios, ya que no crea el mundo.
Las implicaciones filosóficas que se derivan de este cosmos aristotélico son las siguientes:
1) La realidad está perfectamente ordenada, ya que cada parte tiene un finalidad dentro del todo.
2) La realidad es cognoscible por medio de la observación y es explicable, ya que la podemos entender.
3) La perspectiva con la que se estudia la realidad es antropocéntrica, esto es, el ser humano es considerado un observador terrestre del cosmos.
Tarea 1. Lee el siguiente texto de A. C. Crombie titulado Historia de la ciencia: De San Agustín a Galileo (Madrid: Alianza, 1996) y realiza en tu cuaderno un dibujo del cosmos aristotélico a partir de la descripción dada.
"El cosmos de Aristóteles era una esfera vasta, pero finita, con su centro en la Tierra y limitada por la esfera de las estrellas fijas, que era también el “primer motor” (…), la fuente original de todos los movimientos en el universo. En el centro del universo estaba la Tierra esférica, y rodeándola concéntricamente estaban las distintas esferas, dispuestas como las pieles de una cebolla. En primer lugar venían las envolturas esféricas de los otros tres elementos terrestres, agua, aire y fuego, respectivamente. Rodeando a la esfera del fuego estaban las esferas cristalinas, en las que se encontraban insertas, y eran transportadas por ellas, la Luna, Mercurio, Venos, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno, que eran los siete “planetas”. Más allá de la esfera del último planeta venía la de las estrellas fijas, y tras esta última, nada".
Tarea 2. Coloca las etiquetas correctamente en la siguiente imagen: