1. EL PODER POLÍTICO.
Se podría definir el poder como la capacidad que tiene una persona o un grupo para imponer su voluntad sobre los otros, sobre todo cuando la conducta que se impone es contraria a los deseos o las inclinaciones de aquellos a quienes se les impone.
Velázquez: Las lanzas o La rendición de Breda.
Como es evidente, el poder impregna todos los ámbitos de nuestra vida (familia, educación, empresa, etc). Allí donde hay un grupo un humano, allí hay poder, pues siempre que hay más de una voluntad, una tiende a imponerse a las otras.
Sería importante no confundir el poder con la manipulación, la extorsión o la violencia. Por ejemplo, no es lo mismo un tirano que obliga a cumplir las leyes bajo amenaza de pena de muerte, que una madre que obliga a su hijo a ponerse un abrigo para que no se resfríe. Se puede decir, por tanto, que hay distintos grados de intensidad y distintas formas en las que se puede dar el poder
En este tema vamos a ocuparnos del poder político, que es aquel que se da en la organización de la polis, comunidad o sociedad. Este poder, el poder político, es el poder de los que influyen en la administración, el control y la distribución del bien común.
Actualmente, esta función del poder político la lleva a cabo el Estado, forma de organización política dotada de poder soberano e independiente que integra la población de un territorio, del cual participan también los ciudadanos. Por tanto, en las decisiones de Estado no solo influyen el Gobierno o los partidos, sino que también intervienen los sindicatos, las asociaciones religiosas, las grandes multinacionales, etc., incluso, como ya hemos señalado, la opinión pública en general.
El Estado tiene las siguientes características:
1. Tiene poder territorial: El poder del Estado se extiende a todo el territorio que delimitan las fronteras y, por tanto, cualquier persona u organización que actúe en su territorio queda sometida automáticamente a sus normas. Así, por ejemplo, si un extranjero visita el Estado español estará sometido a la legislación nacional durante su estancia y puede ser castigado si no la cumple.
2. Es soberano: El Estado es el máximo soberano dentro de su territorio, pues tiene la autoridad suprema.
3. Es el encargado de mantener el orden: Entre sus múltiples funciones, la más importante sería la obligación de proteger a sus miembros de las amenazas interiores y exteriores.
2. TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO.
Frente a las teorías, por ejemplo, anarquistas, que consideran que el Estado es innecesario e indeseable; la mayor parte de los pensadores consideran que el Estado es imprescindible en base a dos razones:
a) El Estado limita y controla los brotes de violencia, esto es, aporta una estabilidad social.
b) Además, promueve el bien común. Por ejemplo, lleva a cabo obras públicas, la defensa común , protección del medio ambiente, sanidad, educación, etc.
2.1. El contrato social.
Algunas de las teorías que defienden la necesidad del Estado se conocen como teorías contractualistas. El contractualismo es un movimiento filosófico de finales del siglo XVII y XVIII, generado en Inglaterra primero y Francia después, que propone regímenes políticos basados en la igualdad natural de los seres humanos, la ausencia de privilegios, la libre distribución de la riqueza (en base a méritos individuales) y la adscripción del poder político al pueblo, el cual lo ejerce a través de sus representantes y en vistas al bien común.
Los representantes más destacados son:
Thomas Hobbes: Filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna. Su obra más famosa es Leviatán (1651), donde sentó las bases de las teorías contractualistas.
Jean-Jacques Rousseau: Filósofo suizo. Crítico con los pensamientos de Hobbes y Locke, ya que los sistemas políticos basados en la interdependencia económica y el interés propio conducen a la desigualdad, el egoísmo y, en última instancia, a la sociedad burguesa. Su gran tratado contractualista es El contrato social (1762).
Todas estas teorías presentan puntos en común:
1. Parten de un hipotético “estado de la naturaleza” (sin leyes ni política), que se descubre por medio de la razón.
El Bosco, El jardín de las delicias.
2. Concepción del ser humano como un ser “imperfecto” (necesita de los demás, egoísta, etc.) que se ve obligado a crear un Estado político.
3. La soberanía reside en todos y cada uno de los individuos por igual (soberanía popular) y, por delegación suya (tras deliberación racional y mediante pacto) en un Estado o gobierno representativo.
4. Autonomía racional del ser humano: Capacidad del ser humano de gobernarse a sí mismo y descubrir las normas y valores universales que deben guiar la vida y regular la convivencia.
2.1.1. El contractualismo de Hobbes.
Thomas Hobbes en su obra Leviatán (1651) explica su teoría política,
cuyo punto de partida de su teoría es la afirmación de que todos los
hombres son iguales entre sí, física y espiritualmente, y por eso
aspiran todos por igual a la satisfacción de sus necesidades, surgiendo
en consecuencia una desesperada lucha, "la guerra de todos contra todos", con especial importancia en la anticipación, esto es, dominar por fuerza o por astucia a tantos hombres como pueda. Se trata de una situación de caos absoluto: si no hay poder común, no hay ley; y, por tanto, no hay injusticia.
"La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales..., que todos pueden pretender los mismos beneficios para sí... De esta igualdad de capacidades surge la igualdad en la esperanza de alcanzar nuestros fines; si dos hombres desean una cosa que no pueden gozar ambos, devienen enemigos, y en su camino hacia su fin (que es principalmente su propia conservación, y a veces sólo su delectación) se esfuerzan mutuamente en destruirse o subyugarse... No hay para el hombre más forma razonable de guardarse de esta inseguridad mutua que la anticipación, y esto es, dominar por fuerza o astucia a tantos hombres como pueda... Es por ello manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al respeto, están en aquella condición que se llama guerra, una guerra como de todo hombre contra todo hombre."
Hobbes: Leviatán.
Desarrollando
la teoría del contrato social, Hobbes afirma que los hombres crean el
Estado a fin de conservar la paz en la sociedad. Hobbes consideraba la monarquía como la mejor forma estatal, cuya principal función es preservar la seguridad y ejercer de modo efectivo la autoridad. Según Hobbes, para evitar el retorno al estado natural en el que el hombre es un lobo para el hombre (Homo homini lupus), los súbditos deben someterse incondicionalmente e irrevocablemente al monarca (o el Estado) que, como el monstruo bíblico Leviatán, tiene un inmenso poder que infunde miedo y no tiene piedad.
Leviatán, monstruo bíblico de poder descomunal.
Actividad 1: Visualiza el siguiente documental sobre Hobbes de This is philosophy: https://www.rtve.es/play/videos/this-is-philosophy/hobbes/6775940/
2.1.2. El contractualismo de Locke.
Visión optimista del ser humano. En el estado de naturaleza, el ser humano es racional, sociable y cooperativo. La razón muestra que todos son iguales en derechos naturales (derecho a la vida, la libertad y a la propiedad) y deben salvaguardarse.
El ser humano considera que sus derechos estarían aún más protegidos en un Estado político regido por leyes y con la autoridad de los gobernantes. Con ello se consiguen normas y procesos jurídicos más objetivos.
“Siendo, según se ha afirmado ya, los hombres libres, iguales e independientes por naturaleza, ninguno de ellos puede ser arrebatado de ese estado y dominado por la autoridad política de otros sin que intervenga su propia autorización. Esta se otorga a través del pacto hecho con otros hombres de unirse y contribuir en una comunidad designada a proporcionarles una vida grata, firme y pacífica de unos con otros, en el disfrute tranquilo de sus propias posesiones y una protección mayor contra cualquiera que no conforme esa comunidad. Esto puede llevarlo a la práctica cualquier cantidad de individuos, ya que no afecta a la libertad del resto, que continúan estando, como se encontraban hasta ese momento, en la libertad del estado de naturaleza.”
John Locke: Dos ensayos sobre el gobierno civil.
Lo racional es ceder (mediante pacto o contrato)
parte de sus derechos (sobre todo, el de defenderse por uno mismo) a un
Estado que represente a todos y cuyo fin sea preservar los derechos de
todos.
Las condiciones de este pacto son: a) Cada individuo renuncia a defender sus derechos y otorga confianza y poder a los gobernantes para que aseguren los derechos de todos; b) este pacto no es definitivo ni irrevocable. El poder reside permanentemente en el pueblo, quien posee el derecho a deponer al gobierno si este no respeta o garantiza los derechos naturales.
"Por consiguiente, siempre que cierta cantidad de hombres se unen en una sociedad, renunciando cada uno de ellos al poder ejecutivo que les otorga la ley natural en favor de la comunidad, allí y sólo allí habrá una sociedad política o civil".
John Locke: Dos ensayos sobre el gobierno civil.
Locke no defiende un Estado absolutista (que concentre unitariamente todos los poderes); sino que afirma la existencia de derechos individuales anteriores al Estado. Así pues, Locke defiende un liberalismo político, cuyo gobierno se decide mediante una asamblea que constituye el pueblo, en el que no todos tienen derecho a elegir a aquellos que han de ejercer el poder político o a ser elegidos para ejercerlo. Los carentes de hacienda y propiedad (mendigos, sirvientes, desempleados, trabajadores) no parecen ser considerados por Locke como ciudadanos o miembros de pleno de derecho de la sociedad política ya constituida. Y habría que añadirle la exclusión de las mujeres, esclavos e indígenas.
El Estado tiene como misión principal proteger tres derechos naturales: la vida, la libertad y la propiedad privada, así como el derecho a defender estos derechos, así como cualquier otra libertad individual de los ciudadanos, que el ciudadano cede al Estado mediante un consenso recogido por escrito o constitución.
Divide el Estado en: poder legislativo, que reside en el pueblo que, directamente o por delegación, establece leyes; poder ejecutivo (y dentro del mismo, el poder judicial), que pone en práctica las leyes y vigila su cumplimento; y, finalmente, poder federativo, que realiza acuerdos internacionales.
Este triple poder asegura que en el Estado una parte (la de los representantes del pueblo) controle a la otra (el gobierno), evitando los abusos de poder.
"De lo cual se puede deducir que la monarquía absoluta, que algunos consideran como única forma de gobierno posible, es, de hecho, incompatible con la sociedad civil, y, por tanto, que no es una forma de gobierno civil absoluto. El fin de la sociedad civil es evitar y remediar los inconvenientes del estado de naturaleza que se siguen precisamente cuando cada hombre es juez y parte en sus propios asuntos, y ese remedio lo busca en la instauración de una autoridad reconocida, a la que cualquiera pueda recurrir cuando sufre una injuria, o se ve envuelto en una disputa, y a la que todos los miembros de la sociedad deben respetar. Allí donde existan personas que no disponen de una autoridad a la que apelar para que decida en cualquier diferencia que pueda surgir entre ellos, nos encontramos todavía en el estado de naturaleza. Y eso es, precisamente, lo que ocurre con cualquier príncipe absoluto en relación a aquellos que están bajo su dominio".
John Locke: Dos ensayos sobre el gobierno civil.
El Estado se mantiene neutro frente a otros poderes (como la Iglesia), siempre que no amenacen la seguridad y la paz.
El Estado no debe controlar las instituciones religiosas, ni crear una religión civil. Debe haber un Estado laico (con tolerancia religiosa): cada uno pueda practicar libremente la religión que quiera, siempre que no genere discordia ni intolerancia hacia otras creencias.
2.1.3. El contractualismo de Rousseau.
En el estado natural (Hipótesis del BUEN SALVAJE) los hombres son: iguales, autosuficientes, buenos y compasivos con los demás. Dice Rousseau que, el hombre "siente una repugnancia innata a ver sufrir a sus semejantes". Así pues, la compasión actúa como un poderoso freno de los impulsos que podrían llevar a la guerra y al ataque. Por tanto, no necesitan leyes ni política.
Paul Gaugin, Cerca del mar.
El mal uso de la libertad, guiado por la ambición, la propiedad y la posesión de conocimientos (propios del avance de la civilización humana), dará lugar a la violencia.
Necesidad de leyes y Estados para defender los derechos del ser humano a la igualdad y a la libertad.
No se incluye el derecho a la propiedad, origen de todos los males, ya que la propiedad privada conduce a la dependencia de unos respecto a otros, los celos, la desigualdad, la esclavización del pobre, etc., que vuelve a los hombres avaros, ambiciosos y malvados.
«El primer hombre a quien, cercando un terreno, se le ocurrió decir "esto es mío" y halló gentes lo bastante simples para creerle fue el verdadero fundador de la sociedad civil» Nadie les dijo: «Los frutos son de todos y la tierra no es de nadie.».
J.J. Rousseau: Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.
Lo razonable es ceder voluntariamente parte de su libertad a favor del Estado, que sea el Estado la expresión de la voluntad general de todos y que imponga leyes para que haga efectivos los derechos. La voluntad general es lo que todo el mundo debería querer, lo que sería bueno para la comunidad; y no el bien particular y egoísta.
Mediante el contrato social, los seres humanos se asocian y aprueban una ley a la que se someten voluntariamente.
«Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común a la persona y los bienes de cada asociado y por la cual uniéndose cada uno a todos, no obedezca sin embargo más que a sí mismo y permanezca tan libre como antes. Tal es el problema fundamental cuya solución da el contrato social»
J.J. Rousseau: El contrato social.
El individuo cede parte de su derecho a la libertad y a la igualdad a favor del Estado mediante democracia directa. El ser humano no pierde sus derechos, pues se subordina a las leyes que él mismo ha contribuido a instaurar.
El acuerdo de todas las voluntades genera una voluntad general que tiene derecho a imponer el cumplimiento de las leyes al individuo que no las cumple.
Rousseau propone un Estado más poderoso e intervencionista que el de Locke, sobre todo en el tema de la propiedad.
El poder legislativo reside en el pueblo de forma indivisible y que el verdadero y único poder.
Es útil contar con una religión civil que indique a los ciudadanos las normas sociales que está obligado a cumplir.
Actividad 2: Revisa la siguiente portada del periódico, ¿qué opinión te merece? ¿El ser humano es un ser social? ¿Qué intereses crees que tuvieron los terroristas al realizar esta acción? ¿Conoces el movimiento solidario que se inició poco después de este atentado?
Actividad 3: Analiza la siguiente obra de arte. Se trata de la obra de Goya titulada Duelo a garrotazos. ¿Qué te sugiere esta imagen? ¿El ser humano es violento? ¿Solo la violencia es el medio para solucionar los conflictos?
Actividad 4: Kahoot sobre los contractualistas.
✅Conceptos: Poder político, Estado, contractualismo.
FUENTES:
AA.VV: Filosofía y ciudadanía. Barcelona: Editorial Edebé, 2008.
García Moriyón, F., Miranda, T., Sainz, L. : Revuela. Filosofía. Editorial SM, 2022.
http://www.filosofia.org/enc/ros/levi.htm
WOLFF, J.: Filosofía política. Una introducción. Barcelona: Ariel, 2020.
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