1. Los aspectos más generales de la cultura griega.
El primer periodo de la cultura griega es conocida con el nombre de Periodo arcaico, que abarca desde el siglo VII al VI a. C. La polis más representativa de este periodo fue Mileto, situado en Jonia (Asia Menor). Es una encrucijada en la que encuentran Oriente y Occidente. Varias son las razones que posibilitan el nacimiento del pensamiento filosófico y científico, como fueron: su prosperidad económica y el buen comercio, formas políticas flexibles y un amplio desarrollo cultural, debido precisamente de su contacto con Oriente.
El segundo periodo es el Periodo clásico, desde el siglo V al IV a.C. La polis representativa de este periodo será Atenas, en la que surge la democracia como forma de equilibrio entre lo público y lo privado, el interés general y el particular, así como el individuo y el grupo.
Rafael: La escuela de Atenas.El tercer periodo es el Periodo helenístico, que abarca desde el siglo IV a.C., con la muerte de Alejandro Magno, hasta el año 30 a.C., con la batalla de Accio. La polis más representativa de este periodo fue Alejandría. De esta ciudad se debe destacar su Museo y la Biblioteca, centros dedicados por completo al saber; y el faro, considerado una de las maravillas del mundo antiguo. Se trata de un periodo de crisis económica, social y cultural, además de una crisis del modelo político griego de polis.
El faro de Alejandría.
En este contexto económico, social y político surge el pensamiento racional, como hemos señalado, en Mileto. A este momento de la Historia se le conoce como el tránsito del mito al logos. Se sustituyen los relatos sobre dioses y héroes de los poetas como Homero y Hesíodo por el discurso racional de los filósofos para explicar la realidad. Los mitos presentaban algunas características tales como: daban una explicación total sobre el origen del ser humano y de la materia; afirmaban realidades antropocéntricas, esto es, dioses con forma humana y cuyas acciones explicaban el cosmos y la cultura; y, finalmente, señalar que se trata de una serie de relatos fragmentarios, narrativos y arbitrarios.
2. Características de los presocráticos.
Los presocráticos son considerados los primeros filósofos occidentales y los situamos en el primer periodo de la Filosofía antigua. De ellos se desconocen la mayor parte de datos biográficos y sus obras, de las que solo nos han legado algunos fragmentos citados por autores posteriores como Platón, Aristóteles, Plutarco, Sexto Empírico, Clemente de Alejandría, Diógenes Laercio o Teofastro.
La denominación de "presocráticos" es desafortunada, ya que cronológicamente no todos lo fueron. Algunos son contemporáneos de Sócrates, como por ejemplo Anaxágoras; y otros, como Demócrito, son posteriores.
Los presocráticos presentan algunos rasgos comunes:
El rasgo fundamental de todos ellos trata de dar respuesta a la pregunta acerca del origen y fundamento del cosmos. Se trata de la búsqueda del principio (arché) que es lo que hace que las cosas sean como son. Se puede decir que, buscan "lo estable" es un mundo que están permanentemente cambiando.
3. Tales, Anaximandro y Anaxímenes (Escuela jónica).
Se trata de tres pensadores nacidos en Mileto (Jonia, Grecia) durante el siglo VII -VI a.C. Todos ellos se ocupan de la physis (entendido como "naturaleza"). Se les considera pensadores monistas (un único elemento es el principio de la physis) y materialistas (ese elemento, además, es físico).
Tales de Mileto es considerado el primer filósofo, además de astrónomo y geómetra. Su arché es el agua. Considera que el agua se transforma en diferentes estados (sólido, líquido y gaseoso) y es el origen y componente último de toda la naturaleza.
Además, Tales afirma que todas las cosas "están llenas de dioses", esto es, que la realidad entera tiene vida y movimiento. Esta teoría se conoce con el nombre de hilozoísmo.
Anaximandro de Mileto es discípulo de Tales. Se le atribuye un mapa terrestre, estudió la distancia y el tamaño de las estrellas, así como la afirmación de que la Tierra, que tenía una forma primitiva líquida, es cilíndrica y ocupa el centro del mundo. Su arché es el ápeiron, es decir, lo indefinido, lo indeterminado. Se trata de un elemento no empírico que permite explicar la derivación de todas las cosas mejor que un principio concreto. El ápeiron es el principio de todas las cosas y está en todo. Además, es infinito, no engendrado, no tiene principio y con movimiento eterno, esto es, su movimiento es circular.
Anaxímenes es discípulo de Anaximandro. Su arché es el aire. Explica explícitamente el doble proceso mediante el cual todo procede del aire: rarefacción y condensación. También describe el alma humana como una especie de aire o aliento.
4. Heráclito de Éfeso (siglos VI -V a.C.)
Pertenece una familia aristocrática perteneciente a Éfeso (Asia Menor, en la actual Turquía). Sigue la tradición de los filósofos jonios, señalando que el arché del universo es el fuego, en cuanto principio dinámico de la realidad. El fuego es símbolo de transformación continua.
Para Heráclito la realidad se caracteriza por el cambio. Para él, todo está en perpetuo movimiento (panta rei). Ahora bien, todos los cambios ocurren siguiendo una cierta pauta o razón oculta, que se fundamenta en la estructura contradictoria de toda la realidad. Esta teoría se le conoce con el nombre de la lucha de contrarios, en la cual los contrarios son una misma cosa (por ejemplo, no podría haber día sin noche y viceversa) y su fundamento se encuentra más allá de las apariencias. La contradicción genera una cierta armonía.
La labor propia del sabio es la de tratar de conocer ese Logos o razón oculta que todo lo unifica y ordena.
5. Pitágoras (siglo VI a.C.)
Nació en Jonia, concretamente en la isla de Samos (isla de Grecia). La tiranía de Polícrates le hizo abandonar Samos, trasladándose a Italia y estableciéndose en Crotona. Allí funda una una comunidad filosófico-religiosa; sin embargo, el carácter aristocrático y secreto de esta comunidad, y por su influjo en la ciudad se gana la enemistad del pueblo. Por medio de una revuelta popular, se expulsa a los pitagóricos. Pitágoras debió refugiarse en Metaponto, en donde murió poco después (496 aproximadamente).
La doctrina pitagórica presenta, por un lado, un aspecto espiritual y místico. Debido a una influencia del orfismo, Pitágoras defiende la doctrina de la transmigración de las almas, que es también denominada metempsicosis. Como consecuencia de ello, se desprende el parentesco existente entre todos los seres vivos.
También presenta un aspecto racional y matemático. Para Pitágoras, los números son el principio de todas las cosas. Por ello, los números son el arché. El cosmos se encuentra ordenado, ya que en él existe una armonía que subyacía a las cosas, aparentemente cambiante, que permitía hacerlo inteligible.
Como curiosidad, aquí tenéis la copa de Pitágoras:
6. Parménides (s. VI - V a.C.)
Natural de Elea (Grecia, aunque actualmente es Velia, Italia). Parménides nació en dicha cuidad y participó de la redacción de las leyes de la misma. Escribe un texto titulado Poema, que se divide en dos partes: la vía de la verdad, fundamentada en la razón, en la expone su doctrina filosófica; y la vía de la opinión, fundamentada en el conocimiento basado en los sentidos. Para Parménides, la fuente del conocimiento verdadero es la razón. En base a ello, solo lo que es, es (o existe); y no lo que no es, no es (o no existe). Solo “lo que es” (el Ser, como lo denomina Parménides), es y es pensable. El no-Ser (o la negación del Ser), ni es, ni es pensable. A partir de este principio se construye la vía de la verdad (lo que es), frente a la vía de la opinión (esto es, aquello que no es estable y se encuentra permanentemente cambiando).
Por tanto, para Parménides, a partir de una única realidad es imposible que surja la pluralidad. Lo que no hay, no existe, ni puede originarse. Lo que hay (o existe) es el Ser ("lo que es"), que es ingénito e imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.
Todo lo que hay, en definitiva, es única realidad, el Ser. En conclusión, el movimiento y la pluralidad son irracionales.
7. Los pluralistas.
7.1. Empédocles (s. V a.C.)
Natural de Agrigento (ciudad griega, aunque actualmente es un municipio italiano en la costa sur de la isla de Sicilia). Escribió dos poemas: Sobre la naturaleza y Purificaciones. Empédocles se niega a quitarle valor a la apariencia (cambiante) del mundo: hay movimiento y hay pluralidad de seres.
Empédocles ha tomado los principios de Tales (agua), Anaxímenes
(aire), Heráclito (fuego) y les ha añadido el elemento tierra. Cada uno de ellos
es eterno e imperecedero (según las exigencias de Parménides); pero
mezclados entre sí, dan lugar a los diversos seres; por supuesto, hay
cambios y alteraciones en el mundo, pero estos no son sino la combinación
de los elementos primitivos. Ahora bien, la mezcla de los elementos es producida por dos fuerzas cósmicas: el Amor y el Odio, cuya alternancia da lugar a un ciclo cósmico.
Finalmente, el poema denominado Purificaciones facilita, en concordancia con las doctrinas órficas, la “revelación” del destino eterno del hombre, así como la preexistencia del alma, su situación dentro del cuerpo, la transmigración a otros cuerpos, el camino de la salvación por la purificación.
7.2. Anaxágoras (s. V a. C.)
Nació en Clazomene, en Jonia. Fue el primero que introdujo la filosofía en Atenas. Fue contemporáneo de Sócrates.
Anaxágoras admite la pluralidad y la movilidad, así como los cambios y las transformaciones de la realidad, dando así por formulada su teoría pluralista. Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos. Estos elementos son partículas ("semillas") que están en toda la realidad. Aristóteles denomina a estas partículas: homeomerías. Así se explica que cualquier cosa pueda llegar a ser otra distinta, y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semillas correspondientes: por ejemplo, en el oro predominan las semillas del oro, pero están también presentes todas las demás (cosa que es posible, puesto que las semillas son minúsculas).
La pluralidad y los cambios -generación, corrupción, transformación- se
explican, pues, por la mezcla o disgregación de las semillas. El mundo
se origina por medio de un torbellino, por medio del cual se realizan las mezclas y separaciones progresivamente. Este movimiento del torbellino es explicado por la existencia de "principio de movimiento" denominado Nous (esto es, una Inteligencia ordenadora de todo el cosmos).
7.3. Demócrito (s. V - IV a. C.)
Natural de Abdera (polis ubicada en la región griega de Macedonia oriental y Tracia). Posterior a Sócrates. Tuvo una vida dedicada al estudio y la reflexión.
Según Demócrito, el mundo consta de infinitas partículas indivisibles (por eso reciben el nombre de “átomos”), sólidas y llenas, inmutables, de tal modo que cada átomo posee las características del “ser” de Parménides. Con esta diferencia: los átomos son infinitos en número. Dichos "átomos" chocan entre sí, separados por el vacío, configurando todas las cosas. El vacío explica la multiplicidad, ya que es lo que separa los átomos; y explica el movimiento, porque si no hay vacío no puede haber choques ni desplazamientos. Los átomos poseen movimiento propio y espontáneo en todas las direcciones. Los choques son fortuitos, debido a un puro azar: nada obedece a una ordenación inteligente hacia un fin determinado. Materia, vacío y movimiento: Todo ello es todo. Una explicación de este tipo se denominará más tarde mecanicismo.
Bibliografía:
. COPLESTON, F. (2021): Historia de la Filosofía. Volumen I. De la Grecia antigua al mundo cristiano. Barcelona: Ariel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por su comentario en este blog educativo! Antes de ser publicado, su comentario será revisado por un moderador.