Hoy, 25 de enero de 2022, hemos reflexionado, junto a los alumnos y las alumnas de Valores éticos de 4º de ESO, sobre este asunto:
¿Debe ser obligatorio en un país estar vacunado contra el COVID?
Estamos viviendo una situación inédita: es sabido por todas y todos que el COVID nos ha llevado a situaciones límite que nosotros, como seres humanos, jamás pensamos que fuéramos a vivir en nuestra sociedad contemporánea, pues, por suerte, no sufrimos las otras célebres pandemias que recuerda la historia: la viruela, las pestes, los inicios de la gripe española, etc.
Pero si este es un virus más ¿qué lo diferencia de los que acabamos de nombrar?
El pasado 13 de marzo de 2020 el gobierno de España declaró el estado de alarma y, desde entonces, hemos vivido auténticos dilemas morales en situaciones muy concretas que, en muchas ocasiones, seguramente nos han hecho dudar y replantearnos nuestras posturas éticas respecto a dichas situaciones, especialmente, en estas fechas navideñas. ¿Es justo que tengamos que ser confinados, como personas jóvenes y sanas, cuando se está confirmando que la mayoría de las personas que mueren por el covid son personas mayores o con patologías previas? ¿Es legítimo que los autónomos hayan tenido que sufrir una gran caída en los beneficios de sus negocios durante el confinamiento cuando otra alternativa razonable hubiera sido el aislamiento de las personas más proclives a padecer gravemente la enfermedad en sus casas sin “pisar” los lugares de ocio? ¿Es necesario el uso obligatorio de mascarilla cuando he sido vacunado de las dosis recomendadas por la OMS, porque entonces, por qué vacunarme si voy a seguir llevándola de manera indefinida hasta el momento?
Como seres encuadrados en una sociedad es razonable y casi instintivo para muchas y muchos asumir como “regla de oro” en nuestras actuaciones morales “nuestra libertad termina donde empieza la del otro” y, por ello, una postura asumida por gran parte de los ciudadanos, es aquella que defiende que el interés individual debe estar supeditado al interés general.
Ahora bien, está ocurriendo que algunos países como Alemania o Austria están endureciendo sus medidas respecto a algunos derechos de movilidad o acceso a determinadas zonas y lugares, y con ello, muchas de estas personas están sintiendo cómo se les está privando de uno de los derechos básicos del ser humano: la libertad.
En torno a esto, surgen una serie de cuestiones:
1. ¿Debería un país tomar posturas tan restrictivas para salvaguardar el bienestar general por encima del individual?
2. ¿Debería el ministerio de sanidad obligar a cada ciudadano a vacunarse para reducir al mínimo las situaciones de contagio o, sea como fuere el peligro del virus es inmoral que se le prive a un ciudadano a tomar sus propias decisiones?
3. ¿Se puede hacer obligatoria la pauta completa de la vacuna a la ciudadanía a pesar de su corto tiempo de experimentación?
4. ¿Es suficiente alegar el desconocimiento de los efectos secundarios a largo plazo de la vacuna para que esta postura, tomada en libertad, prime sobre el bien que, de otra manera, podría obtener la sociedad?
5. ¿Crees que hay muchas personas que no están oponiéndose a la vacuna, y por tanto, están siendo vacunadas por no recibir el estigma social en vez de hacerlo con miras el bien social?