1. LA LIBERTAD.
👉 Actividad inicial: El dilema del prisionero.
Según la RAE, la libertad es la facultad natural que tiene el ser humano de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Por tanto, desde un punto de vista filosófico, la libertad puede entenderse como una facultad natural, una condición, un estado o un modo de ser. Como facultad es la capacidad del ser humano para obrar de una manera u otra según su propia voluntad, pero también comprende una responsabilidad de nuestros actos de libertad. Jean-Paul Sartre dijo: "El hombre nace libre, responsable y sin excusas".
Las características generales de la libertad son dos:
a) La ausencia de coacción y de obstáculos a la actuación del individuo por parte de los demás. Por ejemplo: viajar, hablar, etc.
b) La autonomía del individuo que es dueño de sí mismo, pero consciente de los deberes racionales y morales que le impone su autonomía.
Tiziano: La bacanal de los andrios.
2. EL DETERMINISMO.
Es una concepción filosófica que afirma que todo está determinado, es decir, inevitablemente causado. Por tanto, niega la existencia de la libertad.
Encontramos diferentes tipos de determinismos:
a) Físico: Considera que toda la realidad está determinada y puede explicarse por medio de leyes naturales. Así, en base a este determinismo, el comportamiento de todos los seres del universo, incluso los seres orgánicos, están regidos por las leyes fijas y estables de la materia. Esta concepción se basa en una visión mecanicista del mundo, que considera que la realidad debe ser entendida como una “máquina”. Todos sus estados y acciones siguen patrones fijos. Así, si el mundo es similar a un enorme reloj, los seres que lo componen, entre ellos el ser humano, actúan de manera parecida a los muelles, las ruedas y las manecillas de los relojes.
El defensor más destacado de este determinismo fue el físico y matemático francés de los siglos XVIII y XIX Pierre-Simon de Laplace. Para este físico y matemático francés, si conociésemos el estado actual de toda la materia y las leyes que la regula, entonces conoceríamos el pasado y el futuro de todo el universo.
b) Genético: Afirma que el comportamiento de un ser está determinado por el código genético que lo define: no somos más que la manifestación de nuestros genes. Estos determinan nuestra constitución física (ojos azules), nuestro carácter (tímidos) y nuestras acciones (salir corriendo ante un peligro).
El zoólogo británico del siglo XX Richard Dawkins ha defendido este determinismo. Considera que los organismos no somos más que la invención de nuestros genes para asegurarse la supervivencia.
c) Ambiental: Considera que son los factores ambientales, que pueden ser de diversos tipos (sociales, culturales, familiares, educativos, etc.), determinan nuestra conducta. Así pues, la educación que he recibido y lo que he aprendido son decisivos en mi comportamiento. Así, por ejemplo, tener pánico a una situación concreta no está determinada por mis genes, sino por los factores ambientales y lo aprendido en situaciones similares.
En este determinismo podemos destacar al psicólogo y filósofo estadounidense del siglo XX Skinner.
d) Económico: Para los defensores de esta postura, son los factores económicos (formas de producción, sistemas de vida, organización productiva, situación económica, etc.) los que determinan su conciencia (filosofía, religión, ciencia, artes, etc., así como las instituciones jurídicas y políticas de cada sociedad). No solo desde un plano individual, sino también desde un plano social: las leyes, la organización del Estado, etc. responden a factores económicos.
Por tanto, lo que los hombres son, depende de las condiciones materiales de su producción
(factores socioeconómicos). La historia, en definitiva, debe fundarse
en estas condiciones y deben tenerse en cuenta en toda interpretación de
la historia misma. No hay nada en la historia que no pueda y no deba
reducirse en último término a las condiciones materiales de existencia.
Y la
ideología dominante en cada momento corresponde a la ideología de la
clase dominante y, como tal, tiende a justificar la estructura económica
del momento.
El hombre no es conciencia, sino que tiene conciencia. La conciencia acompaña a la historia. Por tanto, concibe la conciencia como dichas estructuras ideológicas que viene
determinada por las condiciones materiales de la existencia.
En este tipo de determinismo destacamos al filósofo y sociólogo alemán del siglo XIX Karl Marx.
Tarea 1: Debate la siguiente noticia: ¿Qué se sugiere que las 1.800 mayores fortunas que pagan Patrimonio en España durante el año 2022 apenas tributen un 0,03%? Reflexiona y argumenta.
e) Teológico: Defiende la existencia de algo que está por encima del ser humano y que determina sus acciones. Considera que todo lo que hacemos está ya previsto y fijado de antemano, ya sea por el destino (como afirman los filósofos estoicos) o por voluntad superior o divina (como afirman las religiones).
El representante más destacado en este determinismo es teólogo católico alemán de los siglos XV y XVI Martín Lutero.
3. INDETERMINISMO.
Considera que nuestras acciones y decisiones no están determinadas, sino condicionadas, es decir, la actuación humana está influida por una serie de motivos. El indeterminismo presupone la libertad a la hora de actuar.
El filósofo francés Jean Paul Sartre (s. XX) afirma que "el hombre está condenado a elegir, por lo que cada uno es responsable moralmente por sus actos. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace". Para Sartre, el ser humano no es consecuencia de determinismo alguno, ni físico, ni genético, ni ambiental, ni económico, ni teológico; es una consecuencia de lo que él mismo ha decidido ser. Aquí, la libertad no se confunde con el hecho de poder hacer lo que uno quiere. La libertad no es arbitrariedad. Estamos condenados a ser libres: condenados porque no somos libres de dejar de ser libres.
4. RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad es una peculiaridad problemática del ser humano, dado que tenemos que elegir y tomar decisiones, ya que somos libres. Tenemos la obligación de hacernos cargo de nuestras acciones o de la ausencia de ellas. Toda acción libre obliga a asumir las consecuencias que de ella se deriven. Debemos, por tanto, ser responsables de ellas. Ser responsable implica ser capaz de responder de nuestros actos y asumir sus consecuencias.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Desde el punto de vista determinista recordamos que se afirma que todo está determinado o causado. Aquí no hay lugar a la libertad. Por ejemplo, en el caso de una piedra que se desprende de la montaña y cae encima de un senderista, no podemos decir que la piedra es responsable de la acción. Se trata, por tanto de un suceso. Aquí no sería válida la definición de responsabilidad dada anteriormente. Desde el punto de vista indeterminista, las acciones son fruto de un agente consciente y voluntario que actúa libre y espontáneamente. Por esta razón, es lógico atribuir responsabilidades a un conductor bebido que causa un accidente. Se acepta que somos libres y que, por tanto, es lícito pedirnos responsabilidades. Pero, incluso, las acciones que llevamos a cabo de forma consciente e intencionada tienen consecuencias no previstas. Por ejemplo: Un balón de fútbol que, al intentar marcar un gol, sale fuera del campo y rompe el parabrisas de un coche. La acción de romper es consecuencia de chutar a portería, pero no es una acción deliberada. ¿Deben atribuirse responsabilidades de estas acciones? Para algunos filósofos no, puesto que no son propiamente acciones, ni nada que escojamos libremente; sin embargo, cualquier jurado hubiera atribuido a los implicados algún tipo de responsabilidad, dado que tenemos la obligación de prever las consecuencias de nuestras acciones. No deja de ser una cuestión problemática.
✅Conceptos: Libertad, determinismo (físico, genético, ambiental, económico, teológico), indeterminismo, responsabilidad.
FUENTES:
AA.VV: Filosofía y ciudadanía. Barcelona: Editorial Edebé, 2008.
García Moriyón, F., Miranda, T., Sainz, L. : Revuela. Filosofía. Editorial SM, 2022.