En la clase de hoy, los filósofos de 4º de ESO se han convertidos en verdaderos sofistas del siglo V a.C. Han derrochado buena parte de su sabiduría formulando preguntas para conocer el "concepto oculto" con el que se estaba trabajando; sin embargo, uno de ellos, no solo ha utilizado su sabiduría, sino que también ha empleado su hábil capacidad de persuasión para engañar al resto, dado que él sí sabía el "concepto oculto" con el que se estaba trabajando. Su misión era pasar desapercibido ante el resto de pensadores y que nadie lo desenmascara, mientras manipulaba con su retórica a los demás. Hemos trabajado sobre todo ello a partir del juego denominado Insider.
INSIDER
CONTENIDO: Conocer el giro antropológico de la filosofía en el s. V a. C. Los sofistas y sus características (Filosofía, 4º ESO).
DESTREZAS: Análisis, escucha activa y deducción.
MATERIALES: Las tarjetas del juego con conceptos, el reloj de arena y las fichas de roles.
RESUMEN
DEL JUEGO: Los filósofos han repartido los tres roles: ciudadano, máster e infiltrado. Únicamente el filósofo-Máster debe revelar su identidad y pedirá a todos los demás que cierren los ojos. Él podrá apreciar el "concepto oculto" sobre el que se va a trabajar. Después cerrará los ojos y pedirá al Infiltrado que mire el "concepto oculto" mientras todos continúan con los ojos cerrados. Transcurridos cinco segundos, todos abren los ojos, se activa el reloj de arena y comienza el turno de preguntas para saber qué se esconde en el "concepto oculto". El máster contestará con respuestas cortas: sí o no. El infiltrado también deberá realizar preguntas, sin revelar su identidad y tratando de pasar desapercibido. Una vez descubierto el "concepto oculto" o finalizado el tiempo, comenzará un turno de debate para determinar quién es el infiltrado en base a las preguntas realizadas. Es importante que el infiltrado haga gala de su nivel de persuasión y convencer al resto que él no es el infiltrado. Si el resto descubren al infiltrado, los ciudadanos ganan. En cambio, si el infiltrado pasa desapercibido y nadie descubre su identidad, él gana.